as sido invitado a llegar a ser un miembro de la familia de Dios. Sé que suena extraño: seres humanos comunes entrando en una relación con el Dios que los creó. Sin embargo, eso es exactamente lo que Dios nos ha ofrecido. Vas a escuchar hablar de esto en distintas maneras: salvación, nacer de nuevo, venir a Jesús, hacerse cristiano, etc. Aunque muchos otros términos son apropiados, me identifico mejor con la idea de entrar en la familia de Dios.

Es que como ves, Dios es un Dios de relaciones. Fue él quien vino buscando al hombre, no viceversa. La Biblia nos dice que fue el amor lo que motivó a Dios a alcanzar al hombre. Fue Dios el primero en hacer el gesto de intentar reparar nuestra relación quebrada.


“Pues de tal manera amó Dios al mundo que Dios a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El crea no se pierda, más tenga vida eterna.” (Juan 3:16)


¿Pero qué pasó con nuestra relación con Dios? ¿Por qué necesitaba ser arreglada? Si El nos creó, ¿por qué no podemos simplemente estar con El? Como yo lo veo, todo se resume en la naturaleza de Dios. Por ejemplo, Dios es luz, entonces la oscuridad no puede estar donde él está. Dios es verdad, entonces todo lo que no sea verdad está lejos de él. Dios es vida, entonces la muerte es alejada de su presencia. Y Dios es santo, Dios es puro, Dios no puede ser tocado por el mal. Entonces cualquiera que ha hecho algo malo no puede vivir con Dios. Y ya que todos nosotros hemos hecho mal, ya que todos hemos pecado (para usar el término apropiado), no calificamos para estar dentro de la familia de Dios


“…por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios,” (Romanos 3:23)


¿Qué pasa si no entramos en una relación con Dios? Viene el día en que Dios separará para siempre a los que son suyos de los que no lo son. Los que estén con Dios disfrutarán de todo lo que El es: vida, luz, gozo, etc. Quienes han elegido no seguir a Dios no estarán con él y no tendrán ninguna de esas cosas. Un lugar sin Dios y sin las cosas que lo caracterizan será un lugar que sólo tendrá oscuridad, sufrimiento, y muerte.

Las manchas que deja el pecado duran toda la vida… Y más allá. Alguien que nunca ha pecado es el único que puede quitarlas. Es por eso que Dios envió a Su hijo Jesús. Jesús vino al mundo y vivió una vida sin pecado. Su muerte injusta nos abrió el camino para recibir el perdón de pecados. Su sangre inocente es capaz de lavar las manchas del pecado, haciendo posible que seamos santos como Dios, y que seamos adoptados en la familia de Dios. Estas son las buenas nuevas que Dios tiene para la humanidad: que a través de Jesucristo y su muerte, Dios ha provisto la manera por la cual la humanidad puede tener una plena relación con El.



“Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.” (1 Juan 3:5)

“…en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7)

“…que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” (2 Corintios 5:19)


La Biblia dice que cualquiera que cree en Jesucristo puede llegar a ser hijo de Dios. También nos dice que quienes creen en El pueden tener vida eterna. Obviamente esto significa mucho más que simplemente creer que Jesús existió; la clase de creencia que nos da esperanza implica creer que Jesús es quien dice ser y que él está permitiendo que sobre esa base nuestra vida tome forma.



“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios…” (Juan 1:12)


Esta clase de creencia se llama fe. La fe lleva a la acción. Yo puedo creer que un hombre es doctor, pero no tener fe en él. Pero si tengo fe en un doctor, entonces voy a seguir sus instrucciones. No me enorgullezco de hacer lo que el doctor me dice que haga, simplemente es un símbolo de la fe que tengo en él.

Yo pensaba que la fe era simplemente creer.

Hay un famoso ejemplo en la Biblia que nos ayuda a entender más sobre la fe y la obediencia. Muchos han oído la historia de Noé y el arca, cómo Dios advirtió a Noé de un diluvio inminente y le dijo que construyera un gran bote, un arca, para salvarse a sí mismo, a su familia, y a ejemplares de cada especie de animal.

Dios salvó a Noé por su misericordia. Noé de ninguna manera se ganó su salvación. Fue salvo por su fe en Dios. Sin embargo, ¿lo hubiera salvado esa fe si no hubiera construido el arca? No. ¿Hubiera alguno sido salvo sólo por construir un gran bote, aunque no creyeran en Dios? No. Sólo la fe, una fe obediente, puede salvar.


“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” (Santiago 2:17)


Vemos en la Biblia que nuestra fe en Jesús nos llevará a hacer ciertas cosas. Abierta y públicamente confesaremos nuestra fe en él. Admitiremos nuestros pecados y haremos todo lo que podamos para no repetirlos (se hace referencia a esto como “arrepentimiento”). También seremos inmersos en agua, siendo bautizados, para simbolizar la sepultura de nuestra vida vieja y el comienzo de nuestra nueva vida como miembro de la familia de Dios.



“…que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. ” (Romanos 10:9)

“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:3-4)


Como miembros de la familia de Dios, se espera de nosotros que intentemos vivir de la manera que Dios quiere. El sabe que todavía cometeremos errores, y siempre está dispuesto a perdonarnos cuando lo hagamos. La familia de Dios no es perfecta para nada, pero se supone que debemos estar imitando a nuestro hermano mayor: Jesús. Puesto que El vivió una vida sin pecado, hacemos todo lo posible por eliminar el pecado de nuestra vida.



“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. ” (1 Juan 3:1)


Espero que aprendas más en cuanto a la familia de Dios, lo que significa ser parte de su familia, y las cosas que necesitas hacer para ser adoptado en esa familia.


Para más información, escríbeme a timothy@lealabiblia.com

Que Dios te bendiga.


10 comentarios

  1. Hermano Timothy Que nuestro Senor Jesucristo les bendiga recibi un curso hace tiempo que se llama Que dice la biblia? por cuestion de tiempo no pude continuar, ahora necesito mas informacion sobre un 2/o.curso por favor hermano y que Dios derramen de bendiciones.

  2. Hola Manuel,

    Disculpe la tardanza. Para recibir otro curso bíblico, envíe su dirección de correo común a radio@lealabiblia.com. NO la pongas aquí.

    Gracia y paz,
    Timothy

  3. Bonitas palabras y muy útiles. El concepto de familia pertenece al ser humano, desde la prehistoria, ahora en esta era teológica y tecnológica y siempre será el modelo de crecimiento más normal. Felicitaciones.

  4. es importantante tener familia de fe crisimiento espiritual

  5. Podria enviarme un Estudio Guiado para leer la biblia. Todas las noches escucho el programa. He recibido a Jesus como mi Señor y Salvador. Dios los bendiga y que siempre los tengamos para enseñarnos la palabra de Dios.

  6. TODO MUY BELLO!!, he aprendido mucho con uds., gracias , zuni amy

  7. Hnos.: mi n ombre no es zuilde sino: zunilde aminta barrera parra(zuni amy).-

  8. DIOS LOS BENDIGA GRANDEMENTE

  9. buena tardes hermano, quisiera hacerle una consulta, quisiera saber el significado del nombre Amy , y en que parte de la biblia puedo encontrarlo, es el nombre que pienso ponerle a mi bebita.

  10. Amy es un nombre que proviene del inglés. A su vez, el nombre viene del francés antiguo «Amée.»

    Se introdujo al español más que nada por el libro Mujercitas.

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