Aunque la higuera no florezca
ni en las vides haya fruto,
aunque falle el producto del olivo
y los campos no produzcan alimento, aunque se acaben las ovejas del redil
y no haya vacas en los establos;
con todo, yo me alegraré en el SEÑOR
y me gozaré en el Dios de mi salvación.
¡El SEÑOR Dios es mi fortaleza!
Él hará mis pies como de venados
y me hace andar sobre las alturas.
HABACUC 3:17-19